Esta vez, lo hicimos diferente….
Cada fin de año planeando algo distinto.
Ya sea festejar con los amigos o con la familia.
Viajando a un lugar nuevo, conociendo a gente diferente o simplemente decorando la casa en la tranquilidad del hogar.
Siempre había que organizarlo todo, que si la cena, que si el brindis, que si la ropa a estrenar.
Pasar el día comprando los últimos artilugios que marca la tradición.
Unos calzones para el amor y otros para el dinero.
Y lo que no puede faltar… el paseo de maletas por la cuadra para poder viajar todo el año.
Al menos yo si lo hice cada vez que pude y desde donde estuve.
Pero, esta vez no más.
Y no es que ya no disfrute de hacerlo.
Es solo que esta vez, me propuse no planear y hacerlo diferente.
A veces es bueno dejar que la vida te sorprenda nuevamente, como cuando no tenías nada que perder.
¿Qué por que lo hago?
Pues, ¿por qué no? sí, de eso se trata empezar de cero, no hay nada que perder…
Y al reflexionar sobre empezar de cero, me he dado cuenta que más allá de las travesías por las que todo ser humano atraviesa en el largo caminar de la vida.
Olvidamos que cada fin de año es un nuevo comienzo.
Aunque de cero, nada, pues ya hemos acumulado un montón de bagaje detrás, que para bien o para mal, nos hace estar preparados, o no, para enfrentar una nueva oportunidad y hacerlo aún mejor, eso al menos esperamos todos.
Para dejar atrás lo que no hayamos logrado o no hayamos ni siquiera pensado que podríamos lograr.
Para abandonar las culpas y remordimientos, o lo que sea que carguemos.
Las dudas y la incertidumbre o las certezas y claridades, que no siempre sirven para todo.
Un nuevo año para replantearse el aquí y el ahora, aunque parezca cliché.
Y si, empezar de nuevo.
Pero esta vez, con más claridad que ayer, o eso suponemos.
Al menos un poquito más cerca de saber quiénes somos y a donde vamos.
Pero sobre todo con mucho fe y esperanza para asumir lo que venga.
Lo que estemos dispuestos a afrontar en nuestras vidas.
Es verdad que nada es casualidad, pero tampoco, de todo cierto, que el crédito sea todo nuestro.
Hay muchas de las cosas que disfrutamos donde no hemos intervenido.
Entre ellas las mejores de la vida.
Respirar es una de esas…
El aire, la lluvia, el sol en nuestra cara!
Así que si tu como yo, también has estado pasando por un proceso de cambio y te preguntas:
¿Qué sigue?
Te felicito, de entrada mi amigo, estamos vivos!
Te invito a que te detengas y observes con más calma.
¿Qué ves allá afuera que no estuvo antes?
Un nuevo hogar o un nuevo empleo que te dio seguridad, un nuevo medio de transportarte que te brindo conforte, una nueva pareja con quien planear los días siguientes, un nuevo vecino que se ganó tu confianza, una nueva mascota que se robó tu corazón o el de los tuyos, un nuevo amigo que te brindo su hombro para llorar en los días obscuros, un nuevo cliente que te alivio la carga, un nuevo proyecto que te obligo a crecer, un nuevo lugar donde caminar y pasar los días en silencio, un nuevo rincón en algún lugar de tu universo para pasar en soledad y llenar el alma de paz, un familiar que te brindo su apoyo durante una enfermedad o una perdida. La pérdida misma de un ser querido que te dio fortaleza y sabiduría para seguir luchando, o por el contrario, la llegada de una nueva vida que te lleno de miedo y al mismo tiempo de una paz interior que solo con ver sus ojos lo olvidas todo.
Lo que sea que a ti te haya regalado o creas haber ganado tú mismo, creas merecerlo o no, lo creas bueno o malo, poco o mucho, lo veas o no, lo sepas o no.
Ahí esta y es para ti.
Solo es cuestión de ser y estar.
Por eso y muchas cosas más, al menos para mí el 2021 fue de éxito y espero que para ti también lo haya sido.
Así que esta vez, brindo mientras me cobijo en el sofá junto a mis dos personas favoritas, dando gracias por otro año lleno de retos, aprendizajes y compañía!!
Y por no haber planeado nada, y aun así, haberme sorprendido con una gran sonrisa.
Gracias 2021, ya ansió conocerte 2022.
“Unidos para trascender”
Con cariño profundo.
R.O.